Valerie explora el espacio liminal entre los mundos consciente e inconsciente, logrando un equilibrio entre el caos y el orden; dos enfoques complementarios de la vida. Su estilo crudo explora impulsos complejos que van desde lo individual a lo colectivo, con el juego del azar como punto de partida. Continúa su exploración de formas abstractas aplicadas dentro de la composición a través de marcas arquitectónicas conscientes para transmitir una sensación de atemporalidad, jugando con el subconsciente del espectador a nivel emocional, visual y físico. Campos utiliza líneas horizontales y verticales para exponer una cuadrícula invisible que traduce el espacio tridimensional en composiciones planas de patrones y colores.

En su obra, la artista aplica gruesas pinceladas de vivos tonos que combinan referencias históricas del arte, desde esculturas antiguas a modernas, formas geométricas o elementos prehispánicos como símbolos universales. Sus obras más recientes forman parte de su repertorio no figurativo, cuya fascinación radica en las diversas capas de líneas. Parece que se han redescubierto las resonancias de su serie anterior. La polisemia emerge a través de incesantes metamorfosis, que juegan con el cuerpo, la fusión de los símbolos y el espacio. Formas consistentes y esquivas creadas a partir de la concurrencia de profundidad y superficie, ritmos que emergen como recuerdos de un lugar ausente, solo para desaparecer inmediatamente otra vez. 

Valerie vive y trabaja en la Ciudad de México.